INGREDIENTES:
- 800gr. de Calabaza
- 100gr. de queso parmesano rallado
- 200gr. harina
- 1 huevo
- sal
- Ricotta fumigata (requesón ahumado) rallada
- Rúcula
Quitar la la piel a la calabaza, así como las pepitas si las hubiera, cortar en trozos regulares, incorporar la sal ahora,
y ponerlas a cocer en el horno caliente a 180º por unos 20 minutos o en su defecto cuando la calabaza esté tierna, que se pueda chafar con un tenedor. Si la ponemos encima de papel de horno, nos ahorramos el tener que limpiar la placa.
Cuando esté tierna aplastarla con un tenedor hasta formar una papilla.
Incorporar los otros ingredientes:
Primero el huevo, después el queso y por último la harina, poco a poco, hasta que quede una masa más o menos manejable.
Con una manga pastelera (en su defecto una bolsa de plástico limpia, que cortaremos una de las esquinas), sobre papel de horno, hacer una especie de cordones y poner a reposar en el frigorífico un par de horas.Luego con la ayuda de harina en las manos hacer unas bolitas lo más homogéneas posible.
Dejar reposar en el frigorífico mientras calentamos una olla con agua abundante y sal (incorporar la sal cuando el agua esté caliente, si no, tardará más tiempo del necesario en entrar en ebullición).
Cuando hierba el agua salada, poner uno a uno los gnocchi, esperar a que suban a la superficie y retirar cuando haya pasado un minuto o dos.
Emplatar con la ricotta fumigata (podemos sustituir este queso por otro al gusto del consumidor), y con la rúcula.
Espero que os guste, a mi me transporta a mi Italia familiar...
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